martes, 14 de agosto de 2012

2. ESCUELAS DE PRIMERAS LETRAS


2.1 Primeras letras
Las escuelas de primeras letras surgen como instituciones de educación elemental, fueron pensadas a partir de la necesidad de brindar  educación a los descendientes de los españoles a adquirir nuevas destrezas y habilidades para poder desempeñarse. Fueron los maestros del nobilísimo arte de leer y escribir quienes impartían clases a ellos, aunque también dieron clases los religiosos y particulares.
Surgen profesores de gramática dedicando gran parte de su tiempo a enseñar a algunos discípulos lectura y escritura para que más adelante se formaran escuelas para niños.
En 1726 se fundó el Colegio de la Asunción destinado a la enseñanza de niños pobres que aprendían música y quedaban al servicio del altar y del coro, se ofrecieron pocas oportunidades en la época colonial para la enseñanza, existía la opción de mandar a sus hijos con maestras y maestros particulares para aquellos que tenían el recurso y las que se vieron poco beneficiadas fueron las comunidades indígenas.
Los maestros estaban obligados a enseñar lectura y escritura y debían someterse a las correspondientes ordenanzas, fueron pocos los maestros los que acudieron al ayuntamiento para refrendar su título y obtener licencia para abrir escuelas públicas. Surgieron quejas de familias que fueron defraudadas por maestros que cobraron sus lecciones por adelantado y se ausentaron sin haber dado las clases.
En 1662 la ciudad de Puebla abrió una escuela Real de Primeras Letras, este establecimiento acogería a niños de familias pobres.
Los niños pequeños aprendían a leer por el método de deletreo después de saber reconocer y pronunciar cada letra del alfabeto y para el siglo XIX se tiene la intención de sustituirlo por el silabeo.
La enseñanza general de todos los alumnos se llamaba método simultáneo y la enseñanza por separado era método individual.
Los cursos para aprender a leer y escribir estaban separados por razones económicas y pedagógicas, en el caso de la escritura el papel era escaso y costoso y se requería de que aprendieran a escribir con una pluma de ave y tinta que muchas de las veces era de difícil manejo, solo un niño maduro y con buen adiestramiento eran quienes podían utilizar estos útiles.
La enseñanza durante la época colonial se caracteriza por la memorización pues se opinaba que las principales virtudes de los niños debían ser aplicación, la docilidad, la obediencia y el respeto a sus superiores; cuando los alumnos no se comportaban el maestro recurría a diversos castigos.
Los maestros preferían los sitios más céntricos de la ciudad para dar clases cuando surgía un vacante de este sitio cambiaban de lugar la escuela y solo pagaban los impuestos por el traspaso.
2.2 Gremio de maestros
Diversos acontecimientos en la época colonial  “enseñanza de primeras letras” cabe decirse que los principales protagonistas son los preceptores miembros del gremio quienes tenían ciertos privilegios y recibían multas por el mal uso de su licencia. En 1557  se le da el cargo al ayuntamiento de expedir y cobrar licencias, los aspirantes a maestros tendrían que pasar un examen de ante el tribunal designado para tal fin por el real consejo de castilla y presentar un informe de su vida y costumbres .En 1586 el virrey Álvaro Manrique dicto una disposición por  la que se prohibía el ejercicio del oficio sin licencia. El castigo para los que incumplieran las ordenanzas era de 100 pesos y pena de destierro de la corte  virreinal por un año.
La enseñanza básica se formaliza hasta el año de 1601 en una reunión de maestros del gremio para definir las cualidades que deberían de tener los aspirantes al gremio de maestros. Fue gran la cantidad de maestros, que ejercían el cargo sin licencia y no estaban bien capacitados, no usaban el método adecuando para la enseñanza, de tal modo se hace la petición al cabildo municipal de que se redactaran las ordenanzas para que solo pudieran dar clases aquellos con la mejor capacidad y que sean de sangre española, este último se fijo como un requisito pero el virrey se niega a hacer limpieza de sangre debido a que serian muy pocos los elegidos y quedarían muchos niños sin maestro. Los veedores y un representante del gremio tenían que estar presentes en el examen que se les aplicaba a los que querían formar parte del gremio, el regidor que asistía a los exámenes era  nombrado Juez de Gremios y de Informaciones de Maestros de escuela; una vez que el aspirante aprobaba el examen tenía que pagar los derechos de examen. Un  maestro agremiado ganaba alrededor de 350 pesos por año.
El ayuntamiento también otorgaba permisos temporales a maestros a los que se les llamaba “tolerados” solo hasta que lograran juntar el dinero para presentar el examen, los veedores junto con el Juez visitaban las escuelas para revisar la calidad de la enseñanza.
En el siglo XVII surgen pleitos entre los veedores por lo cual el virrey decide nombrar a un tercero para dirigirlos y obrarlos nombrado “maestro mayor”.
En 1604 se requirió a los maestros de Querétaro que se examinen y se pague el impuesto correspondiente. Clérigos y laicos competían por tener las escuelas ubicadas en los lugares más céntricos y poblados. En1623 se intenta obligar a los clérigos y a los de órdenes menores a obedecer las ordenanzas del gremio.
Siglo XVIII los agremiados nuevamente hacen la petición que retire a los de color  quebrado del magisterio tenían como argumento que estos preceptores arriesgaban la educación moral y religiosa de los niños.
1524 se le conceden ciertos privilegios a los agremiados de sangre española como poder portar armas defensivas y ofensivas y traer a cuatro esclavos con espadas todo esto para su seguridad personal. Se prohibió en poder público encarcelar a un maestro.
Los maestros expresaron su inconformidad por que se profesión fuese considerada como labor manual como la de un zapatero o un pastelero constantemente eran nombrados directores, chichiguas, pilmanes o escueleros a esto le adjuntamos el poco reconocimiento que les daban los padres de familia por el avance académico que lograban sus hijos.
Para 1761 había 30 maestros agremiados, en 1786 había 33 y de ahí en adelante el número de agremiados fue aminorándose debido a diversos factores como la creación de escuelas gratuitas de los frailes, el establecimiento de una escuela municipal, y el poco apoyo en este aspecto por parte del ayuntamiento, once años después de la fundación de las escuelas pías solo había 5 miembros del gremio. El promedio de alumnos que tenía una escuela agremiada era de 40 niños en cambio una escuela gratuita o bien conocida como escuelas “pías” era de 170 alumnos.
Rafael Ximeno (maestro mayor) envió sus quejas al rey en contra del ayuntamiento de México lo cual fue poco tomado en cuenta pues sus peticiones no fueron tomadas en cuenta. En 1813 las cortes de Cádiz abolieron los gremios, y se prohibieron los azotes como castigo ya que se consideraba incompatible con la dignidad de los hombres libres.
En 1812 se ordena a los ayuntamientos la creación de escuelas gratuitas en las cuales se enseñaría a leer y escribir, contar, la doctrina cristiana y asímismo sus obligaciones civiles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario